sábado, 29 de enero de 2011

Un día me encontré a la vuelta de mi casa, de pelo oscuro, un ángel con campera.
Le dije: te esperé la vida entera
...y no me creyó casi nada.
Qué sería de nosotros, si de afuera ya no entrara nada?
Sin la duda, sin la espera; dejando la puerta cerrada.