He aprendido
de la forma más
difícil a no dejar
que las cosas
se me vayan de
las manos.
Pierdo mi camino,
y no pasa mucho
tiempo antes de que
me lo hagas notar.
No puedo llorar, porque sé que para ti, aquello significa debilidad.
Me siento forzada a reír, a sonreír, todos los días de mi vida.
Mi corazón no puede romperse.
si para comenzar, ni siquiera tengo uno de verdad.